lunes, 28 de marzo de 2011

Haikus, Senryus y paranoias



Melancolía
lloviendo  hojas caducas
en este otoño.
Entre  dos aguas
barquito de papel
va a la deriva.
Rueda el poeta
caminos en la vida
con las palabras.


Con el invierno
se desvisten los bosques.
Vistiendo el suelo.
Viento de otoño
levanta la hojarasca.
Se siembra vida

Calor de hogar.
Crepita la madera
mirando el fuego.
Tupido manto,
adornando de nácar
sobre la cima
Es como un eco
mi reflejo en el río
entre los juncos.
Hay nubes grises.
El viento es un lamento
cielo de invierno.
¿Es ilusión?
Apostar esperanza
a un solo número.
Cae la tarde y en el naufragio de las horas, el deseo se hace ola.

El invierno espinado
cultiva flores
bajo la escarcha.

En solitud,
abatidas las alas
despluman sueños.
Bañan el agua
reflejo de colores
de la montaña.
Llueve en otoño
un montón de amarillas
hojas marchitas.

Entre las nubes
se debaten los rayos
hacerse un hueco.


Con la caricia
vibra todo sentido,
vuela un suspiro
©

jueves, 24 de marzo de 2011

Superluna


Superluna fue mi vientre
cuando en él, buceaba
en perigeo con la vida
el fruto de mis entrañas.
Superluna  fue mi vientre
 mi pecho,
y  el nido que le aguardaba.
 Hoy 19 de marzo
 la luna de luz estalla
como lo hizo la vida en mí,
un 24 de marzo
 al llegar la madrugada.
Él, Superluna, mi luna
el mejor de los presagios,
glorificando mi cielo
con el mejor de los astros.
Darilea



Pd: A mi hijo en el día de su cumpleaños.

viernes, 18 de marzo de 2011

Manchados de tinta

Hay una semilla en mí,  rota  de lluvia
oxidada de sentir efluvios húmedos
sobre la tierra en la que había puesto
todas mis metas.

 ¡Que más da! Si todo parece desvanecerse
por culpa de un derramado aspaviento
de poder, que se yergue  ante la plebe.

Nací desnuda  y
así continúo, entre palabras
mecidas por el viento.
Sin abalorios,
 con  manos limpias.
No como otros,
que manchados de tinta
forran los trajes
 y se jactan de luchar
por un país,
 al que a traición
le arrancan tripas.
Darilea


©

jueves, 10 de marzo de 2011

En la plenitud del silencio

Fotografía de Vanessa Ho

Se me vuelan los dedos
hacia el piélago  cobrizo de su piel,
caricia alada la que mis manos
tallan,
 moldeando la arcilla del deseo
que brama.
Retrato con los labios
  jugosa boca dibujando con húmedo
 envite su palacio de nácar.
Se abre en mi interior, un bosque misterioso
donde  cruje
la hojarasca  
 al son de los gemidos.
Sobran las palabras.
 Ya nada, es todo.
Todo que embrujado de amor,
y  celoso de pasión
transforma versos,
en la plenitud del silencio.

 ©

En memoria de los fallecidos en el 11 M

miércoles, 2 de marzo de 2011

códigos difíciles de descifrar

El invierno, sigue su cauce por el tiempo,
como un río dando coletazos
en su precipitado viaje hacía el mar.
Tramita, ordenanzas de olvido,
mas tallos de primavera
se entrelazan en la tímida
cordura que atraviesa su estampa.

En su lecho el ayer se embelesa, 
ronroneando  como gato panza arriba,
 ondeando los velos transparentes que adornan las ventanas.
¡Hace frío!
 Quedo colgada en la memoria de una niña sonriente,
 escuchando las andanzas de papá,
mi mejor compañera de juegos,
intuye como yo,
 que el frío congelará recuerdos
 y seremos eternas párvulas en su memoria.
El invierno sigue su cauce por el tiempo,
 y  sus evocaciones son códigos de barra
 difíciles de descifrar.

 ©

Pd: Me gustaría compartir este libro con vosotros, es una descarga en PDF

Abrazo etéreo

Cierro los ojos Con el deseo De recuperarte En mi memoria. En vano, Las estaciones en mi contra Comienzan a borrar Tu imagen. Como  pluma  A...