Te siento,
como sal
en la herida
escociendo en el recuerdo
de los días marcados
en el calendario.
Te siento con una sonrisa,
triste y melancólica.
Con un dolor amargo,
con una ausencia forjada
a diario,
hasta ametrallar
mis ganas y mis fuerzas.
Olvidé de ti, el deseo
el tiempo que perdí
esperando colgada de tu voz
lejana.
Rota por la compostura
que inventé
para seguir viviendo.
¡Te siento!
Sin sentir nada...
Charo Cano "Darilea"